TU BLOG DE NUTRICIÓN

domingo, 21 de abril de 2013

DESAYUNO: UNA INYECCIÓN DE ENERGÍA




¿Por qué HAY QUE DESAYUNAR?


1.- Mejora del estado nutricional. Si no desayunamos o no lo hacemos correctamente, no cubriremos los requerimientos de energía y otros nutrientes que nuestro organismo necesita diariamente. 

2.- Además un buen desayuno también contribuye a cubrir el consumo diario de vitaminas y minerales.

3.- Ayuda a mantener nuestro peso. Si no desayunamos, a media mañana estaremos sin energía, y probablemente nos entrará el hambre y nos apetecerá picar cualquier cosa como dulces, bollería, rosquillas, refrescos, shacks por lo que desayunar correctamente nos ayudará a mantener un peso estable.


4.- Mejora nuestro rendimiento tanto físico como intelectual. Hay estudios que demuestran que los niños y adultos que no desayunan tienen un rendimiento inferior a los que sí lo hacen. El desayuno nos proporciona la energía en el momento que la necesitamos.
5.- Acelera el metabolismo. Al omitir el desayuno o no tomarlo correctamente nuestro cuerpo "piensa" que tiene que ahorrar calorías  por tanto lo que hace es crear reservas, haciendo más lento nuestro metabolismo.
6.- Si incluimos cereales de desayuno, panes integrales y frutas en nuestro desayuno, gracias a su contenido en fibra contribuiremos a mejorar los niveles de colesterol y ayudar a nuestro tránsito intestinal.
7.-Además, el consumo diario de grasas es menor. El consumo de estos alimentos evitará el consumo de otros alimentos con mayor contenido graso, como bollería industrial, repostería, etc...

DESAYUNO Y NIÑOS



Es preocupante que el 8% de los niños españoles acudan al colegio sin haber desayunado. Se ha demostrado que la prevalencia de obesidad es superior en aquellas personas que toman un desayuno escaso o lo omiten.
 
Además, para el 19,3% de la población infantil y juvenil (1-24 años, ENS 2003) el desayuno consiste únicamente en un vaso de leche, mientras que para el 56% el vaso de leche se acompaña de algún hidrato de carbono (pan, galletas, etc.). Sólo un 7,5% de los niños toman un desayuno equilibrado compuesto por leche, fruta o zumo e hidratos de carbono.


Muchas veces el levantarse con el tiempo justo y las prisas por llegar al cole impide que los niños o adolescentes realicen el desayuno de forma correcta, lo que puede provocar una disminución de la atención y del rendimiento en las primeras horas de clase.

Es nuestra obligación corregir esto, sólo hay que organizarse para que podamos disfrutar con nuestros hijos de un buen desayuno.


El desayuno es una de las tomas del día más importante y debería cubrir, al menos, del 20 al 25% de las necesidades nutritivas del escolar.  El aporte energético del desayuno es de gran importancia, ya que permitirá lograr un adecuado rendimiento tanto físico como intelectual, en las tareas escolares y en el trabajo diario.

Por lo tanto, si quieres una inyección de energía por la mañana que dure todo el día, toma un buen desayuno. Y, sobre todo, no dejes de servírselo a tus hijos para que tengan un rendimiento escolar adecuado.

Los niños, más que nadie, necesitan suficiente calcio para sus huesos y su crecimiento, y alimentos de alto contenido energético para sus estudios y sus juegos. Así que si quieres que tus hijos adquieran buenos hábitos alimenticios, acostúmbralos a hacer del desayuno lo que realmente es: la comida más importante del día.

Un buen desayuno debe constar de:

 
Leche (fuente importante de calcio, fósforo y vitamina D)

Pan o tostadas, cereales, galletas (aporte mayor de fibra, especialmente integral). Además de la fibra que contienen, le proporcionan a nuestro cuerpo hidratos de carbono, que aportan energía, vitaminas y minerales.

Frutas. Aportan vitaminas, minerales, agua y si la tomamos entera o cruda también aportan fibra.



¿QUE PASA SI NO DESAYUNAMOS?


Hay que recordar que a primera hora de la mañana el organismo lleva ya entre 8 y 10 horas sin recibir ningún alimento.
La falta de glucosa empuja a nuestro cuerpo a quemar otras reservas energéticas, lo que causa múltiples alteraciones en el normal funcionamiento orgánico.
En edades escolares, esto condiciona el aprendizaje y acarrea un descenso del rendimiento, ya que la capacidad de expresión, de memoria, de creatividad y de resolución de problemas quedan afectadas.
Por todo ello, se puede considerar que el desayuno es un hábito alimentario que llega a condicionar el estado físico, psíquico y nutricional, pero no sólo de los niños y adolescentes, sino en personas de todas las edades.    





No hay comentarios:

Publicar un comentario