Tal como dice un viejo refrán "una manzana al día de médico te ahorraría" , es cierto ya que el consumo diario de manzana protege contra las infecciones.
La manzana es la
fruta del manzano, árbol que pertenece a la familia de las rosáceas.
Su
resistencia a las bajas temperaturas y buena adaptación a los distintos tipos
de suelos ha favorecido la extensión de su cultivo por todo el mundo.
La
manzana puede presentar distintas tonalidades de rojo, verde y amarillo,
dependiendo de la variedad. El sabor puede ser dulce, ácido o una combinación
de los dos.
Las manzanas tienen mucha agua (80%) y pocas
calorías.
Entre sus nutrientes destaca sobretodo el contenido en:
- Azúcares. El
principal azúcar que aporta la manzana es la fructosa. Se trata de un
azúcar simple de la fruta que se asimila lentamente en el organismo y
ayuda a mantener unos niveles de azúcar estable en sangre. En menor
proporción contiene glucosa y sacarosa.
- Vitamina E. Es un antioxidante que ayuda a estabilizar los niveles de colesterol, previene el Parkinson y es beneficiosa para el sistema circulatorio.
- Vitamina C. La vitamina C es también un antioxidante que además tiene la propiedad de reforzar el sistema inmunitario.
- Minerales.
Destaca por su contenido en potasio,
mineral que interviene en muchos procesos a nivel celular, del
corazón, sistema nervioso y muscular.
- Fibra. La
manzana contiene los dos tipos de fibra, soluble e insoluble.
- Fibra soluble. Principalmente en forma de pectina. La pectina es una sustancia beneficiosa para la diabetes, el colesterol y el funcionamiento del sistema digestivo en general. La mayor parte se encuentra en la pulpa. Esto significa que al pelar la manzana tan sólo perdemos una pequeña cantidad de este tipo de fibra. La pectina tiene la propiedad de retener agua.
- Fibra insoluble. Se concentra principalmente en la piel. Facilita la actividad intestinal y combate el estreñimiento.
- Taninos. Los
taninos son sustancias con efecto antioxidante, antiinflamatorio y
astringente. Proporcionan a la fruta un ligero sabor amargo. Los taninos
pueden dificultar la absorción de nutrientes en nuestro organismo aunque la
manzana sólo presenta un nivel destacado de esta sustancia si se pela y deja
oscurecer la pulpa.
- Fitoquímicos.
Principalmente en forma de flavonoides.
Los Fitoquímicos son sustancias antioxidantes que se encuentran en frutas y
verduras. Nos protegen de las toxinas, cáncer y otros desequilibrios
funcionales.
Los fitoquímicos nos protegen de enfermedades degenerativas, degeneración celular, problemas cardiovasculares y cáncer.
Beneficios de la manzana
2.- La
manzana es una fruta muy depurativa gracias a su contenido en agua y fibra.
3.- Comer
manzanas ayuda a limpiar los dientes y fortalecer las encías. Después de comer
manzanas conviene lavarse los dientes o enjuagarse la boca para que los ácidos
de la manzana no permanezcan en la cavidad bucal.
4.- ¿Laxante o astringente?.
Depende de cómo se consuma la manzana.
Comer manzanas estimula el funcionamiento intestinal porque ayuda a sentirnos saciados antes y durante más tiempo.
Si la comemos con piel ayuda a combatir el
estreñimiento gracias a la fibra insoluble de la piel.
Si la comemos sin piel
puede tener el efecto contrario porque la pulpa de la manzana es astringente
por su contenido en pectina y taninos. Un remedio muy eficaz para combatir
diarreas es pelar la manzana, rayar la pulpa y dejarla oscurecer.
5.-Efecto Antioxidante.
Los fitoquímicos en forma de flavonoides son potentes antioxidantes que neutralizan
el efecto de los radicales libres y reducen los daños que pueden producir en el
organismo.
6.- Protege nuestro cerebro de enfermedades como el Parkinson y Alzheimer.
7.- Mejora la digestión si
se come antes de las comidas. Especialmente aconsejable para personas con
digestiones pesadas.
8.- La manzana también es beneficiosa para inflamaciones renales, enfermedades del corazón y vasos sanguíneos, anemia, ácido úrico. Favorece a riñones, corazón e hígado (debido a su contenido en cisteína).
9.- La manzana ayuda a mejorar la memoria y activar las funciones cerebrales gracias al contenido de fósforo.
10.- La manzana para el
músculo. La piel de manzana tiene una sustancia llamada ácido ursólico
que tiene efectos beneficiosos sobre los músculos, según los resultados de un
experimento realizado con ratones. Los músculos de los ratones
crecían y se endurecían al tiempo que perdían grasa corporal. Si se confirman
estas investigaciones con humanos podrían aplicarse para tratar pacientes con
distrofia muscular, afección habitual tras pasar mucho tiempo en camas
hospitalarias o en personas con poca actividad muscular.
En la cocina
Las manzanas se suelen consumir crudas como fruta de mesa o como un ingrediente en las ensaladas.
Se pueden emplear también en salsas y guisos
aunque sus principales aplicaciones son en compotas, dulces, tartas, pasteles,
gelatinas, mermeladas y zumos.
Las manzanas crudas cortadas en rodajas o picadas aportan una textura fresca y crujiente a las ensaladas; la famosa ensalada Waldorf consiste en dados de apio, manzana y nueces troceadas aliñados con mayonesa. Al pelar la manzana se oscurece pronto y para evitar esto se frota con un limón partido por la mitad y se pela en el último momento.
Manzanas asadas: lo mejor es hacer una incisión alrededor de la manzana en
toda su circunferencia. Esta incisión no debe ser demasiado profunda y se hará
con la punta de un cuchillo y en la parte superior de la manzana.
De esta
manera se evita que durante el asado reviente por efecto del calor interior y
se rompa durante la cocción.
Si se desea preparar una compota de manzana, para
mejorar su sabor, se añade a la cocción un poco de agua y una ramita de canela
o de vainilla y la peladura de medio limón.
Jugo de manzana: es una excelente forma de aprovecharse de sus propiedades y
de calmar la sed; y combina muy bien con distintas hortalizas, como la
zanahoria y la remolacha, obteniéndose un jugo muy nutritivo y refrescante.
Pon una manzana diaria en tu vida, tu salud y cuerpo te lo agradecerán.
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